martes, 9 de diciembre de 2014

Gabachiñ@s

Antes de venir...poco interés tenía yo en La France. Siempre he pensado en ir a París pero tampoco ha sido una prioridad en mi lista de viajes. Tenía en la mente el tema de que nos tiraban la fruta en la frontera y poco más. A ver, no voy a decir aquello de la miss sobre Rusia, que es un pais maravilloso, donde se habla ruso y hay ensaladilla... yo conozco brevemente la historia de Francia y datos curiosos e importantes de este país, pero hasta hace tres meses no tenía demasiado interés en lo q aquí se cuece...
Una vez que llegas te vas dando cuenta...a los ibéricos o nos aman o no nos pueden ni ver. Sin término medio.
Cuando en España tuvo lugar, hace un par de meses, el primer caso de ébola, aquí el tema se vivió intensamente. Noticias en diarios, telediarios y hasta la radio tuvo historia con el ebolá...porque aquí lo acentúan en la a.
Una tarde de esas que hace malo, me fui con el koala de compras y después de perseguirle por toda la tienda, conseguí situarme en la fila de la caja. Yo a mi koala le hablo todo el día. Unas veces en castellano, otras en gallego, le chapurreo en francés y le canto en inglés. Un galimatías. Pero nosotros nos entendemos. En esa ocasión, como la mayoría de las veces le hablé en lengua cervantina.
Delante de mi estaban dos viejas. Así con desprecio. Viejas arrugadas como una nuez. Y feas. Además de feas, "mal amañadas" que diría mi madre. Vestidas como árboles de navidad y pintadas como putones verbeneros, que hay totems de los indios mucho más agradables de mirar que este par de gurruños.
Mi crueldad con estos adefesios tiene un motivo. Me escucharon hablarle al niño en castellano y la que tenía más pinta de putón le dijo a la más fea que ya estaban aquí los españoles para contagiarles el ebolá. Mis clases con Françoise dan su fruto y les entendí.
Lo primero que uno aprende de una lengua extranjera, son los tacos.  Yo no voy a ser menos...pero me los dije para mis adentros. Miré para la puerta vieja con tres capas de pintura y le contesté en inglés que era extraordinario encontrar dos viejas francesas que sabían leer o veían la tele, que pensaba que en este país no sabían, pero que veía que me equivocaba.
Una tragó saliva y a la otra se le oscureció dos tonos el Margaret Astor de las mejillas. Se fueron como rayo de tormenta. La cajera me pidió disculpas, me dijo que se sentía avergonzada y que su país era algo más que la imagen que daban esas dos viejas chochas.
Le dije que los idiotas no tienen nacionalidad, que los hay en todos lados.
Y me dijo "Mais oui, bien sûr", o lo que viene siendo un "pero claaaaro" de toda la vida.
Gabach@s...

domingo, 7 de diciembre de 2014

Françoise

Otra chica, cuyo marido trabaja con el "mon mari" me comentó que su casera quería aprender español y nos proponía un cambio...Nosotras le enseñábamos español y ella a nosotros, francés. Teniendo en cuenta que la hora de clases de francés pretenden cobrártela a precio de kilo de cigala pues nos lanzamos. El "mon mari" fue un poco escéptico al principio y nos decìa que no entendía como sin saber una palabra de francés podíamos enseñar español y a la inversa. Lo que el "mon mari" no sabe es que el lenguaje no es la única manera de expresarse y que el diccionario que se compró cuando estuvo desterrado en la isla de Reunión es lo que me va salvando de los apuros actualmente. Ni ángel de la guarda ni dulce compañía. El diccionario, esa herramienta que merece un lugar destacado en nuestro hogar...
Françoise resultó ser profesora de universidad en Nantes, por lo que tiene métodos didácticos interiorizados y sumado a sus ganas de aprender español y cualquier cosa que quieras contarle, la convierten en una profesora-alumna fantástica, que pese a que trabaja toda la semana un montón de horas, te recibe los sábados con una maravillosa sonrisa y un "bonjour o buenos días".
Su casa es el reflejo de lo que ella transmite, es un remanso de paz, decorada con tanto estilo y tan buen gusto que allí dentro duele alzar la voz. Vive en una zona acomodada, en las afueras del pueblo y cuando la ves en la puerta, recibiéndote como el que espera a un gran amigo, te sientes bien. Es cercana, amable, afectuosa y cuando la conoces tienes la impresión de conocerla desde hace mucho tiempo.
"Quiego pronunciag bien la eggge " nos dijo el primer día que estuvimos allí. Dos meses después parece que lo va consiguiendo. Hace poco me dijo que por "Noël" estaría hablando francés.  No va desencaminada,  porque su manera de enseñar conversando me hace "enamorarme" de esta lengua cada día. Ahora, por Noël, vamos a estar tres semanas sin verla y estoy convencida de que la voy a echar de menos.
Echar de menos la vida que tienes desde hace tres meses, antes de que se te dé la situación que te haga echarla de menos es señal de que estás a gusto. Aunque te mueras por darle un beso a tu madre y también por discutir con ella. A bientôt!

jueves, 27 de noviembre de 2014

Vuelta al cole

La gente que me conoce sabe que me encanta hablar y que puedo hacerlo durante horas sin descanso. Ver que no entiendo lo que dicen mis amigos los gabachos me resulta frustante pero no poder decir lo que me apetece es incapacitante.
Hay por aquí más de uno que desde que ha llegado, hace meses, no ha aprendido a decir nada más que : Bonyurrrr, Bonsuá, Mersí y Orbuá. Hay quien no se sabe ni los días de la semana (éstos se pierden las ofertas del Lidl, porque no saben cuando son) pero sí que saben decir "pression" para pedir una cerveza de grifo. Vamos que, tonto el último y para lo que interesa dejamos el rollo de inmigrante despistado por el idioma, aparcado en un garaje.
Yo me lo monté de la siguiente manera: Me fui al súper y me hice con todos los folletos distintos que pude. Estos traen imágenes...por lo que sólo tienes que mirarlos y asociar el dibujo con el nombre. Ademàs me desplacé acompañada por un diccionario de Francés-español y Español-francés a todos lados. Si veía que al tercer intento no les entendía, les cedía amablemente mi diccionario.  La mayoría de la gente tiene paciencia y trata de entenderte. Otros son unos amargados prepotentes que te miran con desprecio, pero por fortuna suelen ser poco abundantes. Setas raras.
Se trata de saber vocabulario y sobre todo echarle mucha, pero que mucha cara. Si no lo haces estás perdido.
Mi koala es como un imán...atrae gente. Mucha gente se acerca y me pregunta la edad que tiene. Al principio flipaba y con gestos y señas me explicaba, hoy ya entiendo la pregunta y ya puedo contestar. Y me llena de orgullo y satisfacción. También me dicen que es "mignon" y a mi me sonaba a filete...Confieso que tuve que mirar en el diccionario lo que significaba y sí, es muy "mignon", el más "mignon".
Pero no todo es coser y cantar...
Un dia fuimos a cenar fuera. Nuestra primera cena en un restaurante. Toda una prueba de fuego. Muchos ya estaréis al corriente de la historia. Para beber pedí "l'eau froid" y me trajeron leche con hielo. Me la bebí sin decir nada, porque no sabía decir que no era lo que había pedido. Pensé que pronunciaba fatal. Con el tiempo me enteré que el error fue pedirla "froid", que aquí el agua se pide "l'eau" y punto. Porque es fría. Si la acompañas de froid y no te entienden bien piensan que eres raro y quieres "lait froid". El raro no es el que pronuncia mal,  el raro es el que escribe "eau" y pronuncia "ó", el que escribe "lait" y pronuncia "lé".
Pero ese día me quedé hecha polvo y me decidí a poner un anuncio de intercambio. Clases de español a cambio de clases de francés. Aquí la hora de francés va a 25 euros y si te las puedes ingeniar para no pagar pues mejor. Al final no puse el anuncio. No me hizo falta, pero el porqué os lo cuento otro día.

martes, 25 de noviembre de 2014

Te quiego mujegggg...

El vecino de abajo era un francés de unos cincuenta años pero mal llevados. La impresión que daba era que le circulaba por las venas más whiskey que sangre.
Se presentó amablemente:"Pssst...psssst...psssst madame...je suis Monsieur Stephan, votre voisin et si vous neces..." "Excusez moi Mesié Stephan pero je suis espagnole et je ne comprends pas" "Aaoooo...mais...oui...vous parlez anglais... je parle a little oooooaaaa...." La impresión que uno recibía es que estabas ante un hombre que se pasaba la vida fumado y que acompañaba con litros de alcohol de cualquier clase...hasta el de 90°C.
A su lado vivía ( y creo que siguen viviendo allí) otro paisano parecido. Con menor pinta de fumado pero que podría haber sido perfectamente
nombrado embajador de cualquier denominación de origen vitivinícola porque las ha probado todas seguro... Alguien me ha dicho que son gendarmes. Yo no me lo creo. O no quiero creérmelo porque si la "securité" está en manos de estos dos es mejor hacer la maleta y retornar...
El argumento para demostrar que son gendarmes es que tienen una camiseta que pone "securité"...vamos, un argumento sólido. "Mon mari"(cambio lo de "pseudo-marido porque dice que no le gusta...) tiene una camiseta de la European Space Agency y no es astronauta...pero veo que hay más gente como mi madre, que saca conclusiones, se monta una película, se la cree y luego intenta convencerte de que es cierto, como cuando en el pueblo, al lado de casa de mis padres se instaló una pareja, que con los años se convirtió en parte de nuestra familia. Un día aquel hombre vino a traer una bolsa para arreglos (mi madre es costurera) y a mis preguntas de quien es, como se llama y donde vive, mi madre me dijo:" él chàmase Pepe,  i è de por aquí porque fala en ghallegho, ela non sei como se chama pero é de Murcia " Mamá...¿cómo sabes que ella es de Murcia?. "Polo acento". Punto y final de conversación. Conste que hasta aquella fecha mi madre nunca habia estado en Murcia. Con el tiempo supimos que él no se llamaba Pepe y que ella era extremeña y cuando se lo aclarè,  mi madre me dijo "eu xuraría que era de Murcia, boeno...a min dixéronmo...a xente tamén inventa...".
Bueno, pues estos posibles gendarmes cuando llegan a casa salen a la terraza con la intendencia y empieza lo divertido. Sus apartamentos están frente al aparcamiento y si pasas por allí estas condenado a escuchar:" Bonjour...voulez vous boire..." "No gracias,no bebo..." "Espagnole...ohhh espagnole" Y el que parece menos borracho te dice que ha estado en España y que habla algo de español. Tú aplaudes y dices para tus adentros que por fin puedes hablar con alguien hasta que te das cuenta de que únicamente sabe decir "La cuenta poggg favoggg" y "Te quiego mujegggg". Vale. Éste ha ido una semana a Ibiza.
O hablas o sola o no te queda más remedio que aprender francés.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Le deuxième jour...

El pueblo de destino resultó ser una "cucada" con su castillo de cuento en la entrada del puerto, con sus veleros antiguos adornando el paseo marítimo, las fachadas antiguas y tan...bretonas y la iglesia con su torre gótica o neo-gótica coronando un salteado de tejados que se van superponiendo en su descenso al mar. De película.
El segundo día, tras un ataque optimista y en vista de que el verano seguía apareciendo cada mañana, embarqué al koala en su silla y bajo un sol de justicia me decidí a bajar al pueblo. Sin mapa.
Mi buena orientación es inversamente proporcional a mi falta de sentido común y yo que le tengo miedo a nada me meti por el primer camino que vi en cuesta abajo. Di una vuelta...que la propondrán para el próximo tour y lista de mi...ni una botella de agua. Pensé yo..."bueno a ver si por aqui hay un bar o una tiendecilla de barrio". ¡Ja! Ilusa.
Despuès de mucho caminar llegué a un lugar en el que juraría que había estado el día anterior, o en otra vida. Abordé al primer paisano que encontré por la calle y vaya por delante que:"Je suis espagnole et je ne comprends pas". El chico, tan trajeado y repeinado que parecía que iba a tratar de venderme una aspiradora empezó a dar botes y decir:"Oooole toro, ooole, ta-ta-ta(imitando un baile flamenco), paella, costa del sol, tooooro, oooole". Me vi allí, en una encrucijada de caminos, bajo un sol achicharrante con un gabacho que taconeaba y toreaba y me di pena...mucha.
Cuando el chico volvió en sí me indicó que en diez minutos y línea recta llegaba a la oficina de turismo y cuando ya me iba, él se alejaba y gritaba "Agggta luegu, chica".
Llegué a la oficina de turismo, pedí un mapa y un horario de autobuses. Me dijeron que en veinte minutos había uno que paraba allí mismo y me dejaba a un kilómetro de mi "casa". Salí de allí y me senté a esperar el bus. Cuando llegó, casi muero, porque era una furgoneta de 15 plazas a la que había que subir por la escalera, con la silla, el niño...
Menos mal que un señor con pinta de cura (iba vestido de negro) bajó, sujetó al niño mientras yo plegaba la silla y me ayudó a acomodarme donde pude. La busera, iba a toda velocidad por las curvas del pueblo y cuando bajé, abrí la silla, senté al koala y le dijimos adiós a todos los abueletes del bus,  casi vomito en la cuneta del mareo que tenía. Despuès de todo eso tuve que andar un kilómetro hasta el hotel. No pude ni comer. Cuando llegó el pseudo-marido del trabajo yo estaba estirada en el sofá y me dijo: "Venga, ¿a dónde vamos?". "A ningún sitio".

viernes, 21 de noviembre de 2014

Excusez moi...je ne comprends pas

Primer día tras la llegada a La France y te quedas sola. Bueno...con un bebé de diez meses que no camina y que únicamente quiere estar pegado a ti como un koala porque todos hablan raro...
Primer encuentro: el manager del hotel. "Bonjour madame..je suis monsieur.... (desconexión del lóbulo frontal, parietal y neandertal). Y automáticamente respondes para que no siga:"Excusez moi, je ne comprends pas, je suis espagnole" y a continuación empiezas a preguntarle como si estuvieras loca...inglish? inglish? inglish? Hasta que te dice "oui, yes, a little" y ahí ves el cielo abierto y empiezas a largar en tu inglés oxidado de Albacete que ya lo tratará con el man de la casa, que ahora no está, que fue al work, y que tú no sabes ná y que estàs allì con tu bebé y que parlas poco de todo. Al final el mesié se va y tú te quedas pensando que se va convencido de que eres idiota. Pero tú lo que quieres es que no te de la lata, que llevas un día entero metida en un coche escuchando repetidamente la musiquita de "la granja de Pepito íaíaoooooo" y lo que menos que te apetece es pensar.
¿Y qué hace una en un polígono sin coche y con un koala acoplado? Buscar un centro comercial. Supermercado y a hacer compra. El sistema de carritos es igual que el del super de siempre y ya tienes transporte para el koala que se dedica a gritar como un loco "HOLA, HOLA, HOLA" a todo el mundo. El problema es que el savoir-faire de los gabachos hace que te miren por encima de las gafas como bibliotecarios cabreados y piensen que eres una loca escandalosa que no educa a su hijo. Vale...tu piensas que son unos reprimidos, unos rancios y que alguien debería pegarles un sopapo por poner calcetines con sandalias y chandal con tacones...pero te callas que tú sí que tienes mucho savoir-faire.  Juas!

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Cambio de aires

Nuestra partida corrió como la pólvora, tanto es así que algunos sabìan que nos íbamos incluso antes de que nosotros lo supiésemos...ya se sabe como funciona "radio patio".
Todo se llenó de comentarios tipo:"veréis que bien, es una oportunidad de ver mundo, de aprender un idioma, de estar juntos...que es lo importante..."
Sí...es verdad...pero a algun@ te dan ganas de decirle: "sí, precioso todo y una gran experiencia...porque no eres tú el/la que tiene q levantarse de su sofá, hacer la maleta y cerrar la puerta de su casa dejando toda su vida dentro. Por decírselo finamente.
Las aventuras y las experiencias siempre son maravillosas...pero cuando es otro el que se va. Cuánto daño han hecho los programas tipo "fulanitos en el extranjero"...
Pero una cosa es cierta,  es toda una experiencia y se trata de cambiar el chip de tu mente y convencerte de que todo va a salir bien...porque como no lo hagas así vas a estar quemado antes de empezar.
Verte en el coche con tu familia y la "parte material" de tu vida que cabe allì dentro te provoca un sabor amargo dificil de eliminar. Arrancar de lo que has convertido en tu hogar, duele y es un trago que sólo comprenderán aquellos que hayan tenido que irse. Pero cuando ya van diez o doce kilómetros el momento más duro se ha esfumado y tienes que voltear la tortilla porque sino, como ya dije, se quema.
Viajar te da la oportunidad de ver más allá de tu nariz y dejas de creer que eres el ombligo del mundo,  que tu pueblo es el más bonito, que tu playa de toda la vida es la mejor y que mejor que en tu casa no se come en ningún sitio.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Hormonas en la maleta

Desde hace unos años le temo al final del verano. No es por la vuelta al cole ni al trabajo...es porque agosto viene acompañado siempre de noticias y el pseudo-marido acaba haciendo la maleta sí o sí.
Este año no podía ser menos y sonó el teléfono...destino: Francia.
Otra en mi lugar aplaudiría con las orejas...que si que bien...que si fantastico...y bueno, no està mal, al menos no es Australia, ni Reunión...
Pero mis hormonas me pedían llorar.
El papi fue rotundo: si no os veniis conmigo, yo no me voy.
¡Hala! Maleta para tres y para mis hormonas y todos a la France...
Venga ronda de declaraciones: nos vamos a Francia, no no sabemos por cuanto tiempo, quien sabe, un año, dos, tres, uf, sí por lo menos aprenderé francés, jo que guay que envidia, será toda una experiencia. Ya. Y tanto.

viernes, 4 de julio de 2014

Sol, solito...caliéntame un poquito

Tengo un poco abandonado el tema porque la verdad es que de poco tiempo dispongo...
Pero es que en esta esquina del mapa cuando hace sol hay que lanzarse a la playa y eso es lo q estoy haciendo con mi pequeño cachorrito...enseñarle a disfrutar de pequeños placeres...
Aunque habrá que recargar pilas y ponerse a escribir en breve...
Mientras os deseamos ¡Feliz verano!

miércoles, 28 de mayo de 2014

Hermanas que guardan para "por si..."

Estoy convencida que mi hermana es de las que piensa que "el que guarda siempre tiene", porque si no es así no se explica. Tiene un niño muy majo (que es mi sobrino) del que ha guardado todo, todo y todo.
En cuanto se enteró de mi embarazo empezó a desempolvar ropita y cositas para el bebé y en cuanto tuvo la certeza de que era niño dejó el cuarto de la lavadora como si fuese la lavandería de una cárcel... Ropa, ropa y más ropa de todas las tallas, tejidos y colores con un estupendo olor a suavizante. Los zapatitos y patucos en sus cajas y todo debidamente almohadillado para que no se deformasen. De matrícula de honor.
De tres o cuatro bolsas gigantes empezó a sacar prenda por prenda y a contarme hasta la procedencia del último calcetín:" Este conjunto se lo regaló mi suegra, este la tía Tula, estos bodies se los compré en Zippy, estos en el Corte Inglés, este me lo regaló fulanita y parece horroroso, pero una vez puesto la verdad es que queda muy bien...y no soy yo mucho de punto, estos jerseys fueron de los gemelos, la chaquetita era de Noa pero no se sabe si es de niño o de niña, es unisex...Éste se lo puedes poner con los tenis azules que van en la otra bolsa que hacen una pierna muy bonita...bueno, ya como tú veas y mira, aquí hay siete toallas de baño y dos albornoces con zapatillas a juego, que las zapatillas no las usara, pero....".
Salimos de su casa en estado de alucinación y catatonia. El maletero del coche y los asientos de atrás iban llenos de bolsas de ropa, tanto que habría que haberles puesto cinturón de seguridad. "Y dónde vamos a meter todo esto? De momento en la entrada, luego ya veremos donde lo colocamos, madre mía y dijo que tenía más..."
Los siguientes fines de semana fueron de locura...Mi sobrino decidió que su cuarto de los juguetes también necesitaba una limpieza y descartó los juguetes que eran "para bebés" preparando dos bolsas de diversos muñegotes para mi próxima visita. Carro del bebé, hamaca, serón para los primeros meses, cunas de viaje, trona, bañera, soporte para la bañera... Bestial. Y un ahorro mucho más que bestial.
Cuando creí que habíamos terminado (a día de hoy aún no hemos terminado, porque cada vez que caemos por allí tiene algo en la "cola de impresión") me apareció con una torre de revistas sobre embarazo y puericultura y hasta la presentación de sus clases preparto. Como tiempo tenía un poco me las leí toditas. Y sigues dándote cuenta de que si ya creías que no sabes nada de nada...no es que lo confirmes, es que acabas pensando que eres una ignorante rematada. Y puede que lo seas.
Si algo influyó en mi maternidad antes de que ésta llegara, fue el libro "Un regalo para toda la vida", del pediatra Carlos González, sobre la lactancia materna, de la que tanto el pediatra como mi hermana son defensores a ultranza . Después empecé con "Bésame Mucho", del mismo autor y que versa sobre la crianza con afecto y amor, como se ha hecho toda la vida, sin métodos agresivos ni terapias de choque.
Hoy cuando flojeo en mi manera de afrontar la maternidad, que ocurre muchos días a la semana, busco cinco minutos y releo algunos capítulos de estos dos libros, que me ayudan a reforzar mi opinión y creer que las cosas las estoy haciendo de la manera correcta, o al menos del modo en que yo quiero hacerlas. Que eso es lo que realmente importa.
Otras veces, en lugar de leer llamo a mi hermana, que está de vuelta en este asunto y me anima a seguir con la teta, con mi modo de vida y con lo que me apetezca. Cuando cuelgo, tengo un subidón tan grande que si no fuese por el lactante que demanda su dosis cuando le parece, me iría de copas. Cualquier día.

lunes, 26 de mayo de 2014

Internet y partos chinos...

Me gusta leer. Mucho. Tanto que leo desde etiquetas de champú hasta los folletos que te dejan en el parabrisas del coche. Soy de las que piensa que la lectura siempre enseña algo... principalmente a escribir y en los tiempos en los que estamos donde hasta la escritura se comprime en MP3 creo que es cuando más falta nos hace leer.
He cuidado niños y si bien es cierto que esa actividad te da algo de ventaja respecto a la que únicamente ha tocado Nenucos, te das cuenta de que no lo sabes todo, es más, te das cuenta de que no tienes ni idea de casi nada. A mi me gusta investigar y trato de informarme de cualquier tema que me interese...imaginaros lo que pude curiosear sobre el embarazo.
Lo peor que uno puede hacer cuando le pasa algo (sea bueno o malo) es conectarse a Internet. Es una herramienta perfecta para un montón de cosas pero un saco sin fondo de errores para otras. "Oye, que he leído en Internet que es muy malo respirar..." ¿Respirar qué? ¿Aire contaminado? ¿Monóxido de carbono? " No tía, respirar...aire, que es super-chungo" ¿ah si, y por qué? "porque por lo visto el aire fricciona con los pelillos de la nariz y te irrita las mucosas, que lo pone en internet, un artículo que ha firmado un científico (la gente cuando oye las palabras científico, investigador o catedrático se traga lo que le echen) y por lo visto van a inventar unas pastillas para que no respiremos..." Sin palabras.
Desde páginas que te indican como tienes que dormir para que el bebé sea niño,  hasta teorías sobre la salida de órbita de los ojos con los pujos del parto. Para morirse de la risa.
El caso es que como hasta ese momento no había estado embarazada me puse a curiosear y se me ocurrió la genial idea de ver un parto. Pero no un parto cualquiera, sino un parto chino. No es que den a luz de manera diferente ya que la mujer en cuestión parió en un paritorio como muchos otros...pero si el perro en Gran Bretaña dice "woof woof" en lugar de nuestro "guau-guau", las chinas en el parto gimen, jadean y gritan en modo chino, lo que acaba pareciendo una peli de Jackie Chan...si lo sumas a la cara de dificultad de la paisana te pillas un trauma de órdago y piensas: "mátame camión", "lo que me espera", "voy a flipar"... Alguna amiga mía puede dar fe del susto que tuve con el parto de la china. Me duró días. Luego se te acaba olvidando.

Cositas de la gente...

No se si es algo común a todas las embarazadas o si es que el entorno que me rodea es hostil o con leche de la mala...pero es que la gente pregunta cosas que no tienen lugar... Cuando nos enteramos de un nuevo embarazo solemos preguntar:"¿ y de cuanto estás?" esperando escuchar : "pues de tres, o cuatro o cinco meses" pero cuando una va a ser mamá empieza a contarlo todo por semanas... "Estoy de siete semanas" y la gente saca la mano y empieza  a lanzar dedos al cielo..." una, dos, tres...seis, siete! casi dos meses...uy hija! muy pronto, igual ni se te logra, por lo menos deberías esperar a los tres meses a decirlo porque puedes abortar y luego la gente te pregunta, que no lo hacen por mal, pero es muy incómodo, que si ya sufres por haber abortado encima estar dando explicaciones...yo hasta los tres meses no dije nada...". En esos momentos te quedas con cara de haba de la Vega Bañezana y por no decir lo que realmente piensas contestas: "bueno, a ver si tengo suerte, ¿no? ojalá vaya todo bien" cuando en realidad estás pensando: "tú eres idiota rematada...esto es como decirle a un niño el día de Reyes que quien ha puesto los regalos son sus padres..." Por suerte siempre  hay alguien que rompe una lanza por ti y dice: "jo!, la mayoría de los embarazos llegan a término, y ya sería mala suerte, no podemos pensar en eso, sino..." y la persona que había lanzado el dardo venenoso (que no lo hacía por mal) lo retira: "bueno, yo solo lo digo como una posibilidad, además ahora los hospitales están preparados de otra manera, no como antes, que paríamos en casa, hoy lo tenéis todo más fácil, pero antes... antes...". Buenoooo....ya empezamos con cualquier tiempo pasado, que no nos parece mejor sino que todo era mucho peor y ahora lo tenemos todo regalado, porque nos lo dan todo hecho y tal y tal... Al final acabas pensando como Umbral..."Si yo venía a hablar de mi embarazo...".
Después hay alguna (digo alguna porque no me ha coincido que me lo haya preguntado ningún hombre) que te lo pregunta en modo Cuéntame: "¿y cuántas faltas tienes?" ¿Faltas? ¿de asistencia? ¿qué faltas? Hasta que te das cuenta... "la regla, faltas de la regla"...Uf...pues hija si estoy de siete semanas...saca los dedos y cuenta, cuenta...En fin. 
Lo que más me "chincha" son las preguntas de lo más indiscretas...y esta pregunta si fue más común de lo que yo pensaba: "¿lo estabais buscando?" El cuadro "El Grito" de Munch se queda pequeño a tu lado. ¿Qué clase de pregunta es ésta?. Si lo analizas bien, la pregunta tiene fondo. ¿Me estás preguntando si queríamos tener hijos o si ha sido un fallo? A mi no se me ocurriría preguntarle a alguien que me está contando que está embarazada si es así porque ha querido o si no ha controlado bien el método anticonceptivo en cuestión... 
La intimidad de tu método anticonceptivo te corresponde a ti, a tu pareja, tu ginecólogo y las personas a las que tú quieras contárselo...
Eso sí, después de avisarte de una "posibilidad de aborto" (que no es por mal) y de hurgar en tu intimidad sexual te desean un feliz embarazo: "disfrútalo mucho, hija, que luego, luego no podrás..." Y te lo dejan ahí...para que te comas el tarro, con la de cosas interesantes que te estaban contando...








martes, 20 de mayo de 2014

Esto de los blogs es muy esclavo

Esa frase es de mi amiga Musi. Ayer se enteró de la existencia de mi blog y como ávida lectora le echó un vistazo. De momento sólo tienen conocimiento de este lugar personas muy cercanas y casi todas esas personas de uno u otro modo me han hecho llegar sus opiniones, que en todos los casos son estupendas (se agradecen mucho y animan a seguir escribiendo pero cuando todo son flores en el jardín hay que andar con cuidado que en un momento pisas la caca de un perro...), pero una de ellas, viniendo de una profesional de la comunicación y de las personas que mejor he visto crear bajo la presión del último minuto, me llena "de orgullo y satisfacción" y me pone el ego por las nubes. Eso si,  me ha dicho la frase que da título a esta entrada y tiene razón. También me ha dicho que me modernice y me haga un Twitter. Qué haría yo sin esta Musi...
Bueno, trataré de repartir mejor mi tiempo y escribir con más frecuencia...que cada vez que escribo me quedo más satisfecha que una mona abandonada en un platanar...

No sabía yo donde me estaba metiendo...

Al poco tiempo el asunto se hizo de dominio público. No es que la barriga aumentase de tamaño a velocidad vertiginosa, pero desde el momento en el que por mi propia seguridad y sobre todo la del..."feto" (palabra fea donde las haya) comuniqué mi nuevo estado en el trabajo, hubo gente a la que se lo comunicamos porque creíamos que éramos nosotros quién debía de hacerlo.
Cuando era pequeña estaba convencida de que la gente es buena, que todo el mundo te quiere hasta que te demuestra lo contrario pero a medida que fui creciendo, me fui dando cuenta de que las buenas personas se cuentan con los dedos de las manos y que a una buena parte de la sociedad le encanta ver "jodido" al prójimo.
Si para ti es una situación especial, porque esperas a tu primer retoño y te sientes bien, encantada, maravillosa y estupenda hay una cosa que parece que le quita méritos al asunto y es que desde tiempos inmemoriales hay miles de millones de mujeres que han sido madres antes que tú. Mujeres que ante una embarazada novata se creen con derecho a tocarle la moral y cargarse su felicidad a toda costa.
¡Vas a flipar! Verás que no es tan bonito como te cuentan...¿ todavía no tienes vómitos? Prepárate para estar todo el día con la cabeza en el váter ...uf y veras cuando te hinchen las piernas y te duela la espalda...
Total, que te quedas hecha polvo, tú que estabas tan ilusionada te quedas con un bajón de escándalo y piensas que en lugar de un maravilloso estado de buena esperanza lo único que te queda por delante es la sensación de subirte a una montaña rusa después de una borrachera monumental y sin duración determinada del viaje.
Luego hay otro tipo de mamás, que se alegran muchísimo de tu estado pero a las que hay que tener miedo por una buena razón: Todo lo que se callan. Hay mamás a las que les preguntas como han sido sus embarazos y sus partos y se lo guardan. Desconfía. La que te dice: "bien, hombre es duro pero estuvo bien, duele y eso, pero ya verás...hay que vivirlo". Lo que te está queriendo decir es que vas a flipar como en tu vida. Y lo chungo es que tendrá razón. Vas a flipar. Y gratis.

lunes, 21 de abril de 2014

Esto empieza a ser una locura...

Mi madre volvió de su viaje y ya venía preparada: calcetines, pantalones cortos, camisetas, baberos... El único disgusto que tenía es que no sabía el sexo del bebé por lo que no podía orientarse en el color...y las cosas blancas son taaaan sosas...como si no existiese el amarillo, el verde, el malva...y de repente empezó a calcetar como una loca. Si el dueño de un taller clandestino supiese de su existencia, la habría fichado y habría despedido a sus "empleados" porque en lugar de puntos de calceta por minuto, en el caso de mi madre se contaban por vueltas... Es una excelente modista, pero la calceta no es lo suyo...Tanto mi hermana como yo, le decimos muchas veces: mamá, calcetas "apretao". Debe de ponerse nerviosa o algo ya que entre un punto y otro no pasa el aire. Además ella va por libre, no quiere seguir las indicaciones de las revistas porque " son un rollo", entonces improvisa. En la mayoría de los casos, la talla es más apropiada para la Nancy que para un recién nacido y si por casualidad la talla coincide, el cuello será tan pequeño que al intentar ponérselo al bebé, este creerá que de nuevo está atravesando el canal del parto... Mamá, que eres magnífica, pero la calceta no es lo tuyo...
Al final, aún no había terminado el primer trimestre de embarazo y ya tenía un surtido de trajecitos de lana esperando a ser puestos. Eso si, todos compuestos por chaqueta, pantalón, patucos y gorro del mismo color. El modelo malva, el azulón, el azúl claro con raya blanca, el amarillo...cada uno de un punto distinto, punto de arroz, del derecho, del revés, punto inglés, de ochos...Un surtido que ya quisieran para sí los de Cuétara...
Tuve que decirle que hasta nuevo aviso no calcetase más, que una vez que supiésemos lo que era, que ya se desahogaría y por una vez...¡me hizo caso!. A partir de ese momento empezó a bordar sábanas para cuna, para el capazo, un saquito para el invierno...eso sí, en azul y amarillo, que "vale para todo". La verdad que ahí...si que no hay nada que objetar, en su terreno nadie le gana...como mucho, empatan.
Mi pseudo-suegra es más de comprarlo hecho y también se puso manos a la obra: pijamas, patucos, calcetines, toallas...En fin, que no había niño, pero ajuar ya tenía un poco...
Mi hermana desempolvó toooodas las cosas que había guardado de mi sobrino...porque en mi familia somos de la máxima "el que guarda siempre tiene" así que entre lo calcetado, bordado, comprado y heredado nos dimos cuenta de que a ese paso íbamos a tener que mudarnos a una casa más grande, o con más armarios, o con más trasteros...
Y como ya he dicho...eso sólo en los primeros meses...

domingo, 20 de abril de 2014

Vais a ser abuelos...¿ah si? ¿y de quién?

Hicimos un pacto y quedamos en que a los futuros abuelos se lo diríamos una semana más tarde por eso de darnos tiempo a asimilar el tema. La verdad es que sí habíamos hablado de tener hijos, pero yo creía que estas cosas no ocurren tan rápido. Para nosotros, por suerte, sí.
Al fin de semana siguiente nos fuimos a ver a los "pseudo-suegros" (mote cariñoso por cuestiones meramente legales...ya que también tengo un "pseudo-marido").
Nada más llegar como respuesta a la clásica pregunta de "bueno, ¿y qué tal? nos entró la risita tonta y fue un cruce de estos de "díselo tú, no díselo tú, no, venga tú" y claro, viendo que el "cobardica" (con todo el cariño, porque va a leer este post en dos minutos...) no se arrancaba pues me solté: "Es que vais a ser abuelos". Unos segundos de caras de estupefacción porque no se imaginaban la noticia ni de leguas (antes se esperarían que nos fuésemos a una isla confinada en el culo del mapa) y una estupenda reacción a la noticia, venga ración de besos y abrazos, que si qué bien, que cuanta alegría, qué maravilla, y para cuando... y vamos a celebrarlo y qué tal te encuentras...y a ver si es niño, o a ver si es niña, o qué más da, que el caso es que sea sanito... Y así transcurrió el fin de semana.
El domingo, volviendo a casa, le dije al pseudo-marido que tenía que avisar a mis padres, porque oye, ya se lo hemos dicho a los tuyos y no vaya a ser...
El caso es que mis padres estaban de viaje. Desde que se han jubilado (antes también pero con menor disponibilidad) no paran y en cuanto llegan de un viaje empiezan a pensar en el siguiente. El destino por excelencia es Canarias pero hay otras opciones a veces y el ajetreo de Willy Fog me impide recordar con exactitud en qué punto de España están. Mi madre lo recuerda seguro.
Mamá, ¿qué tal? bien, pues por aquí, con calor (mes de Febrero y yo muertica de frío) ¡ah! muy bien ¿y Papá? Tu padre viendo fútbol, fuimos a dar una vuelta y tal y tal... Mamá, mira, que vais a ser abuelos otra vez (mis padres ya tienen otro nieto) y dice: "¿ah si?¿y de quién? pues mira, no sabemos aún como se va a llamar y no sabemos si es niño o niña. Ahí le empezó a temblar la voz y me dice: ¡Ah! vosotros, bueno muy bien (tiene tres hijos por lo que había más posibilidades), Antonio, vas a ser abuelo, tu hija la pequeña, sí está embarazada (mi padre no debió de decir nada, porque con el vozarrón qué tiene se le oiría) bueno, pues ¿qué tal?, ¿estás bien? y me lo dices así por teléfono, ya te vale.
El estado de nerviosismo de mi madre era evidente por varias razones... no me llamó "Mona" cuando la vacilé un poco al momento de darle la noticia, creyó que la llamaba para decirle que alguno de mis hermanos era el que la iba a hacer abuela y se mosqueó porque se lo conté por teléfono.
Mamá ¡por dios! ¿como voy a llamar yo para decirte que es otra la que está embarazada? y además mamá...como te lo voy a decir si estás a no se cuantos kilómetros de distancia y comprenderás que no me voy a coger un avión para ir a verte...
Al colgar el teléfono le comenté al pseudo-marido que había que decírselo a mis hermanos antes de que mi madre se pusiese a dar la noticia...y eso que la avisé y le dije que no lo comentase porque era muy pronto.
Llegamos a casa y llamé a mi hermana y como estaba ocupada se lo solté a mi cuñado, que empezó a dar botes de alegría con mi sobrino.
Mi cuñada ( a mi hermano paso de llamarlo porque siempre tiene el teléfono apagado o no contesta) se alegró un montón, mi hermano farfulló algo como "qué bien" y siguió viendo la tele. No lo se, pero me lo imagino porque es lo que hace siempre.
Tiempo después me enteré de que al momento, después de llamarles yo, les llamó mi madre para "retuitear" la noticia. Por si no se habían enterado. Menos mal que la avisé y le dije " no lo comentes, que todavía es muy pronto". Madres que "retuitean"...


sábado, 19 de abril de 2014

Estamos "embarazados"

Vida tranquila, en un pueblo tranquilo, con una pareja tranquila y un trabajo de todo, menos tranquilo. Un día decides hacerte un test de embarazo, porque aunque no eres puntual como el reloj de la Puerta del Sol la cosa empieza a tener mala pinta...o buena, quién sabe...
La vida, y principalmente la tele, te ha metido en la cabeza que ese momento, si llega, será fantástico y maravilloso, sonará una musiquita especial, casi angelical, y le dirás al futuro padre con una pancarta en un estadio, o en una romántica cena a la luz de las velas, o en un viaje de ensueño viendo un atardecer de película, que estás embarazada y que en breve, en menos de lo que él piensa, vuestras vidas, pero sobre todo la  tuya van a cambiar y que de camino viene un bebé que viene a colmar vuestra felicidad... pero la realidad es bien distinta, al menos la mía y en lugar de ser un idílico momento...decides comprobar si estás embarazada cuando él, a última hora decide bajar a tirar la basura y darse una vuelta. Te haces la prueba y cuando miras, el "cacharrito" en cuestión dice que no, que te has librado, que quizás en otra ocasión, pero cuando estás a punto de tirarlo en lugar de una rayita aparecen dos y empiezas a ponerte nerviosa y mirar varias veces las instrucciones de la bola de cristal que tienes en las manos. Cuando llega el futuro papá le dices entre sollozos " es que estoy embarazada" y te pones a llorar desconsoladamente. Luego, después de un tierno abrazo, cenas y te vas a trabajar completamente absorta con tu nuevo estado y sin enterarte demasiado de lo que ocurre a tu alrededor... A asimilarlo toca.
Una vez que la matrona certifica que estas embarazada y te concierta más citas para los proximos 8 meses que a un ministro es hora de dar el siguiente paso : decírselo a los abuelos. Eso merece otro post.

El porqué de "Hormoneando"

Lo confieso: me gusta escribir.
No me han psicoanalizado todavía pero creo que es una respuesta a la necesidad imperiosa de hablar y una no puede estar hablando todo el tiempo porque la gente se cansa de escucharte. Además, físicamente es agotador.
Creo que como no puedo hablar en todo momento pues necesito escribir. No es que crea que el mundo merezca leer lo que se me pasa por la cabeza porque sea o no muy interesante, es que necesito una vía de escape.
Hace unos seis meses fui mamá por primera vez. Ya antes del feliz acontecimiento (después también...) mi cuerpo y mi mente, me imagino que como el de cualquier mujer que haya pasado por una experiencia semejante, están revolucionados y sufren una rebelión difícil de controlar.
Blogs de maternidad hay un montón y si os digo la verdad, apenas sigo ninguno, salvo el de Fátima Casaseca "mamaenalemania.blogspot.com" que empecé a leer tras escuchar una intervención suya en la radio. No pretendo emular a nadie ni centrar el contenido en torno a la maternidad, tampoco pretendo que esto lo lea mucha gente ni abanderar ninguna lista de los blogs más visitados...
El nombre se debe precisamente a esa "revolución hormonal" que me acompaña desde hace un año.
Esta mañana, hablando con mi amiga Isabel, que recientemente ha sido mamá, de una maravillosa y fantástica niña le dije: "cualquier día escribo un blog", en relación a las aventuras y avatares del nuevo estado en el que me encuentro y que tengo en común con ella, e Isabel, con esa gracia andaluza con la que habla y escribe (la conversación fue a través de un sistema de mensajería instantánea) me dijo: "Deseandito de leerlo". Pues ahí lo tienes chiquilla, este capítulo "va por usted".