jueves, 27 de noviembre de 2014

Vuelta al cole

La gente que me conoce sabe que me encanta hablar y que puedo hacerlo durante horas sin descanso. Ver que no entiendo lo que dicen mis amigos los gabachos me resulta frustante pero no poder decir lo que me apetece es incapacitante.
Hay por aquí más de uno que desde que ha llegado, hace meses, no ha aprendido a decir nada más que : Bonyurrrr, Bonsuá, Mersí y Orbuá. Hay quien no se sabe ni los días de la semana (éstos se pierden las ofertas del Lidl, porque no saben cuando son) pero sí que saben decir "pression" para pedir una cerveza de grifo. Vamos que, tonto el último y para lo que interesa dejamos el rollo de inmigrante despistado por el idioma, aparcado en un garaje.
Yo me lo monté de la siguiente manera: Me fui al súper y me hice con todos los folletos distintos que pude. Estos traen imágenes...por lo que sólo tienes que mirarlos y asociar el dibujo con el nombre. Ademàs me desplacé acompañada por un diccionario de Francés-español y Español-francés a todos lados. Si veía que al tercer intento no les entendía, les cedía amablemente mi diccionario.  La mayoría de la gente tiene paciencia y trata de entenderte. Otros son unos amargados prepotentes que te miran con desprecio, pero por fortuna suelen ser poco abundantes. Setas raras.
Se trata de saber vocabulario y sobre todo echarle mucha, pero que mucha cara. Si no lo haces estás perdido.
Mi koala es como un imán...atrae gente. Mucha gente se acerca y me pregunta la edad que tiene. Al principio flipaba y con gestos y señas me explicaba, hoy ya entiendo la pregunta y ya puedo contestar. Y me llena de orgullo y satisfacción. También me dicen que es "mignon" y a mi me sonaba a filete...Confieso que tuve que mirar en el diccionario lo que significaba y sí, es muy "mignon", el más "mignon".
Pero no todo es coser y cantar...
Un dia fuimos a cenar fuera. Nuestra primera cena en un restaurante. Toda una prueba de fuego. Muchos ya estaréis al corriente de la historia. Para beber pedí "l'eau froid" y me trajeron leche con hielo. Me la bebí sin decir nada, porque no sabía decir que no era lo que había pedido. Pensé que pronunciaba fatal. Con el tiempo me enteré que el error fue pedirla "froid", que aquí el agua se pide "l'eau" y punto. Porque es fría. Si la acompañas de froid y no te entienden bien piensan que eres raro y quieres "lait froid". El raro no es el que pronuncia mal,  el raro es el que escribe "eau" y pronuncia "ó", el que escribe "lait" y pronuncia "lé".
Pero ese día me quedé hecha polvo y me decidí a poner un anuncio de intercambio. Clases de español a cambio de clases de francés. Aquí la hora de francés va a 25 euros y si te las puedes ingeniar para no pagar pues mejor. Al final no puse el anuncio. No me hizo falta, pero el porqué os lo cuento otro día.

martes, 25 de noviembre de 2014

Te quiego mujegggg...

El vecino de abajo era un francés de unos cincuenta años pero mal llevados. La impresión que daba era que le circulaba por las venas más whiskey que sangre.
Se presentó amablemente:"Pssst...psssst...psssst madame...je suis Monsieur Stephan, votre voisin et si vous neces..." "Excusez moi Mesié Stephan pero je suis espagnole et je ne comprends pas" "Aaoooo...mais...oui...vous parlez anglais... je parle a little oooooaaaa...." La impresión que uno recibía es que estabas ante un hombre que se pasaba la vida fumado y que acompañaba con litros de alcohol de cualquier clase...hasta el de 90°C.
A su lado vivía ( y creo que siguen viviendo allí) otro paisano parecido. Con menor pinta de fumado pero que podría haber sido perfectamente
nombrado embajador de cualquier denominación de origen vitivinícola porque las ha probado todas seguro... Alguien me ha dicho que son gendarmes. Yo no me lo creo. O no quiero creérmelo porque si la "securité" está en manos de estos dos es mejor hacer la maleta y retornar...
El argumento para demostrar que son gendarmes es que tienen una camiseta que pone "securité"...vamos, un argumento sólido. "Mon mari"(cambio lo de "pseudo-marido porque dice que no le gusta...) tiene una camiseta de la European Space Agency y no es astronauta...pero veo que hay más gente como mi madre, que saca conclusiones, se monta una película, se la cree y luego intenta convencerte de que es cierto, como cuando en el pueblo, al lado de casa de mis padres se instaló una pareja, que con los años se convirtió en parte de nuestra familia. Un día aquel hombre vino a traer una bolsa para arreglos (mi madre es costurera) y a mis preguntas de quien es, como se llama y donde vive, mi madre me dijo:" él chàmase Pepe,  i è de por aquí porque fala en ghallegho, ela non sei como se chama pero é de Murcia " Mamá...¿cómo sabes que ella es de Murcia?. "Polo acento". Punto y final de conversación. Conste que hasta aquella fecha mi madre nunca habia estado en Murcia. Con el tiempo supimos que él no se llamaba Pepe y que ella era extremeña y cuando se lo aclarè,  mi madre me dijo "eu xuraría que era de Murcia, boeno...a min dixéronmo...a xente tamén inventa...".
Bueno, pues estos posibles gendarmes cuando llegan a casa salen a la terraza con la intendencia y empieza lo divertido. Sus apartamentos están frente al aparcamiento y si pasas por allí estas condenado a escuchar:" Bonjour...voulez vous boire..." "No gracias,no bebo..." "Espagnole...ohhh espagnole" Y el que parece menos borracho te dice que ha estado en España y que habla algo de español. Tú aplaudes y dices para tus adentros que por fin puedes hablar con alguien hasta que te das cuenta de que únicamente sabe decir "La cuenta poggg favoggg" y "Te quiego mujegggg". Vale. Éste ha ido una semana a Ibiza.
O hablas o sola o no te queda más remedio que aprender francés.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Le deuxième jour...

El pueblo de destino resultó ser una "cucada" con su castillo de cuento en la entrada del puerto, con sus veleros antiguos adornando el paseo marítimo, las fachadas antiguas y tan...bretonas y la iglesia con su torre gótica o neo-gótica coronando un salteado de tejados que se van superponiendo en su descenso al mar. De película.
El segundo día, tras un ataque optimista y en vista de que el verano seguía apareciendo cada mañana, embarqué al koala en su silla y bajo un sol de justicia me decidí a bajar al pueblo. Sin mapa.
Mi buena orientación es inversamente proporcional a mi falta de sentido común y yo que le tengo miedo a nada me meti por el primer camino que vi en cuesta abajo. Di una vuelta...que la propondrán para el próximo tour y lista de mi...ni una botella de agua. Pensé yo..."bueno a ver si por aqui hay un bar o una tiendecilla de barrio". ¡Ja! Ilusa.
Despuès de mucho caminar llegué a un lugar en el que juraría que había estado el día anterior, o en otra vida. Abordé al primer paisano que encontré por la calle y vaya por delante que:"Je suis espagnole et je ne comprends pas". El chico, tan trajeado y repeinado que parecía que iba a tratar de venderme una aspiradora empezó a dar botes y decir:"Oooole toro, ooole, ta-ta-ta(imitando un baile flamenco), paella, costa del sol, tooooro, oooole". Me vi allí, en una encrucijada de caminos, bajo un sol achicharrante con un gabacho que taconeaba y toreaba y me di pena...mucha.
Cuando el chico volvió en sí me indicó que en diez minutos y línea recta llegaba a la oficina de turismo y cuando ya me iba, él se alejaba y gritaba "Agggta luegu, chica".
Llegué a la oficina de turismo, pedí un mapa y un horario de autobuses. Me dijeron que en veinte minutos había uno que paraba allí mismo y me dejaba a un kilómetro de mi "casa". Salí de allí y me senté a esperar el bus. Cuando llegó, casi muero, porque era una furgoneta de 15 plazas a la que había que subir por la escalera, con la silla, el niño...
Menos mal que un señor con pinta de cura (iba vestido de negro) bajó, sujetó al niño mientras yo plegaba la silla y me ayudó a acomodarme donde pude. La busera, iba a toda velocidad por las curvas del pueblo y cuando bajé, abrí la silla, senté al koala y le dijimos adiós a todos los abueletes del bus,  casi vomito en la cuneta del mareo que tenía. Despuès de todo eso tuve que andar un kilómetro hasta el hotel. No pude ni comer. Cuando llegó el pseudo-marido del trabajo yo estaba estirada en el sofá y me dijo: "Venga, ¿a dónde vamos?". "A ningún sitio".

viernes, 21 de noviembre de 2014

Excusez moi...je ne comprends pas

Primer día tras la llegada a La France y te quedas sola. Bueno...con un bebé de diez meses que no camina y que únicamente quiere estar pegado a ti como un koala porque todos hablan raro...
Primer encuentro: el manager del hotel. "Bonjour madame..je suis monsieur.... (desconexión del lóbulo frontal, parietal y neandertal). Y automáticamente respondes para que no siga:"Excusez moi, je ne comprends pas, je suis espagnole" y a continuación empiezas a preguntarle como si estuvieras loca...inglish? inglish? inglish? Hasta que te dice "oui, yes, a little" y ahí ves el cielo abierto y empiezas a largar en tu inglés oxidado de Albacete que ya lo tratará con el man de la casa, que ahora no está, que fue al work, y que tú no sabes ná y que estàs allì con tu bebé y que parlas poco de todo. Al final el mesié se va y tú te quedas pensando que se va convencido de que eres idiota. Pero tú lo que quieres es que no te de la lata, que llevas un día entero metida en un coche escuchando repetidamente la musiquita de "la granja de Pepito íaíaoooooo" y lo que menos que te apetece es pensar.
¿Y qué hace una en un polígono sin coche y con un koala acoplado? Buscar un centro comercial. Supermercado y a hacer compra. El sistema de carritos es igual que el del super de siempre y ya tienes transporte para el koala que se dedica a gritar como un loco "HOLA, HOLA, HOLA" a todo el mundo. El problema es que el savoir-faire de los gabachos hace que te miren por encima de las gafas como bibliotecarios cabreados y piensen que eres una loca escandalosa que no educa a su hijo. Vale...tu piensas que son unos reprimidos, unos rancios y que alguien debería pegarles un sopapo por poner calcetines con sandalias y chandal con tacones...pero te callas que tú sí que tienes mucho savoir-faire.  Juas!

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Cambio de aires

Nuestra partida corrió como la pólvora, tanto es así que algunos sabìan que nos íbamos incluso antes de que nosotros lo supiésemos...ya se sabe como funciona "radio patio".
Todo se llenó de comentarios tipo:"veréis que bien, es una oportunidad de ver mundo, de aprender un idioma, de estar juntos...que es lo importante..."
Sí...es verdad...pero a algun@ te dan ganas de decirle: "sí, precioso todo y una gran experiencia...porque no eres tú el/la que tiene q levantarse de su sofá, hacer la maleta y cerrar la puerta de su casa dejando toda su vida dentro. Por decírselo finamente.
Las aventuras y las experiencias siempre son maravillosas...pero cuando es otro el que se va. Cuánto daño han hecho los programas tipo "fulanitos en el extranjero"...
Pero una cosa es cierta,  es toda una experiencia y se trata de cambiar el chip de tu mente y convencerte de que todo va a salir bien...porque como no lo hagas así vas a estar quemado antes de empezar.
Verte en el coche con tu familia y la "parte material" de tu vida que cabe allì dentro te provoca un sabor amargo dificil de eliminar. Arrancar de lo que has convertido en tu hogar, duele y es un trago que sólo comprenderán aquellos que hayan tenido que irse. Pero cuando ya van diez o doce kilómetros el momento más duro se ha esfumado y tienes que voltear la tortilla porque sino, como ya dije, se quema.
Viajar te da la oportunidad de ver más allá de tu nariz y dejas de creer que eres el ombligo del mundo,  que tu pueblo es el más bonito, que tu playa de toda la vida es la mejor y que mejor que en tu casa no se come en ningún sitio.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Hormonas en la maleta

Desde hace unos años le temo al final del verano. No es por la vuelta al cole ni al trabajo...es porque agosto viene acompañado siempre de noticias y el pseudo-marido acaba haciendo la maleta sí o sí.
Este año no podía ser menos y sonó el teléfono...destino: Francia.
Otra en mi lugar aplaudiría con las orejas...que si que bien...que si fantastico...y bueno, no està mal, al menos no es Australia, ni Reunión...
Pero mis hormonas me pedían llorar.
El papi fue rotundo: si no os veniis conmigo, yo no me voy.
¡Hala! Maleta para tres y para mis hormonas y todos a la France...
Venga ronda de declaraciones: nos vamos a Francia, no no sabemos por cuanto tiempo, quien sabe, un año, dos, tres, uf, sí por lo menos aprenderé francés, jo que guay que envidia, será toda una experiencia. Ya. Y tanto.