domingo, 7 de diciembre de 2014

Françoise

Otra chica, cuyo marido trabaja con el "mon mari" me comentó que su casera quería aprender español y nos proponía un cambio...Nosotras le enseñábamos español y ella a nosotros, francés. Teniendo en cuenta que la hora de clases de francés pretenden cobrártela a precio de kilo de cigala pues nos lanzamos. El "mon mari" fue un poco escéptico al principio y nos decìa que no entendía como sin saber una palabra de francés podíamos enseñar español y a la inversa. Lo que el "mon mari" no sabe es que el lenguaje no es la única manera de expresarse y que el diccionario que se compró cuando estuvo desterrado en la isla de Reunión es lo que me va salvando de los apuros actualmente. Ni ángel de la guarda ni dulce compañía. El diccionario, esa herramienta que merece un lugar destacado en nuestro hogar...
Françoise resultó ser profesora de universidad en Nantes, por lo que tiene métodos didácticos interiorizados y sumado a sus ganas de aprender español y cualquier cosa que quieras contarle, la convierten en una profesora-alumna fantástica, que pese a que trabaja toda la semana un montón de horas, te recibe los sábados con una maravillosa sonrisa y un "bonjour o buenos días".
Su casa es el reflejo de lo que ella transmite, es un remanso de paz, decorada con tanto estilo y tan buen gusto que allí dentro duele alzar la voz. Vive en una zona acomodada, en las afueras del pueblo y cuando la ves en la puerta, recibiéndote como el que espera a un gran amigo, te sientes bien. Es cercana, amable, afectuosa y cuando la conoces tienes la impresión de conocerla desde hace mucho tiempo.
"Quiego pronunciag bien la eggge " nos dijo el primer día que estuvimos allí. Dos meses después parece que lo va consiguiendo. Hace poco me dijo que por "Noël" estaría hablando francés.  No va desencaminada,  porque su manera de enseñar conversando me hace "enamorarme" de esta lengua cada día. Ahora, por Noël, vamos a estar tres semanas sin verla y estoy convencida de que la voy a echar de menos.
Echar de menos la vida que tienes desde hace tres meses, antes de que se te dé la situación que te haga echarla de menos es señal de que estás a gusto. Aunque te mueras por darle un beso a tu madre y también por discutir con ella. A bientôt!

2 comentarios:

  1. Ya hemos sabido que también en la Bretaña francesa cada uno es de su padre y de su madre. Están las señoras que hacen cola en las cajas del supermercado maldiciendo a los españoles que buscan una oportunidad laboral en el país vecino (como si fuese de nuestro agrado emigrar) y está la señora amable y agradecida que abre sus puertas los sábados por la mañana con una sonrisa para recibir a dos españolas. C'est la vie...

    ResponderEliminar
  2. Está claro que en todos lados se "cuecen habas" y la diversidad nos hace encontrarnos con personas de todo tipo en cualquier lugar y otras que no lo son tanto...

    ResponderEliminar