sábado, 19 de abril de 2014

Estamos "embarazados"

Vida tranquila, en un pueblo tranquilo, con una pareja tranquila y un trabajo de todo, menos tranquilo. Un día decides hacerte un test de embarazo, porque aunque no eres puntual como el reloj de la Puerta del Sol la cosa empieza a tener mala pinta...o buena, quién sabe...
La vida, y principalmente la tele, te ha metido en la cabeza que ese momento, si llega, será fantástico y maravilloso, sonará una musiquita especial, casi angelical, y le dirás al futuro padre con una pancarta en un estadio, o en una romántica cena a la luz de las velas, o en un viaje de ensueño viendo un atardecer de película, que estás embarazada y que en breve, en menos de lo que él piensa, vuestras vidas, pero sobre todo la  tuya van a cambiar y que de camino viene un bebé que viene a colmar vuestra felicidad... pero la realidad es bien distinta, al menos la mía y en lugar de ser un idílico momento...decides comprobar si estás embarazada cuando él, a última hora decide bajar a tirar la basura y darse una vuelta. Te haces la prueba y cuando miras, el "cacharrito" en cuestión dice que no, que te has librado, que quizás en otra ocasión, pero cuando estás a punto de tirarlo en lugar de una rayita aparecen dos y empiezas a ponerte nerviosa y mirar varias veces las instrucciones de la bola de cristal que tienes en las manos. Cuando llega el futuro papá le dices entre sollozos " es que estoy embarazada" y te pones a llorar desconsoladamente. Luego, después de un tierno abrazo, cenas y te vas a trabajar completamente absorta con tu nuevo estado y sin enterarte demasiado de lo que ocurre a tu alrededor... A asimilarlo toca.
Una vez que la matrona certifica que estas embarazada y te concierta más citas para los proximos 8 meses que a un ministro es hora de dar el siguiente paso : decírselo a los abuelos. Eso merece otro post.

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